miércoles, 24 de julio de 2013

                     "Recibimos lo que somos capaces de compartir"



Un día un hombre ávaro recibió la visita inesperada de un mendigo, que al verle cosechando grandes cantidades de trigo,  se atrevió a pedirle algo de grano amarillo  que pudiera saciarle su hambre del momento. Lejos de ayudarle o mostrarse solidario con el necesitado el ávaro, con insultos e improperios le despidió dándole sólo un grano de trigo.

- Gracias amigo, por tu generosidad, pero a tí te hace más falta ese grano de trigo le dijo-  el mendigo. Devolvió el grano de trigo  y  marchó.
Unas horas después el ávaro, vio que un grano de oro en forma de trigo brillaba sobre la mesa donde había  colocado el grano que le devolvió el mendigo. Era el grano de trigo que se había convertido en oro.

- No puede ser -  esclamaba ¿ Y por qué no le un kilo de trigo?  ese kilo, se hubiera convertido en oro y ahora mismo ya sería un hombre rico se reprochaba.

Muchas  veces en la vida, recibimos más de lo damos;  hay mucha gente generosa más de lo que nosotros nos imaginamos, sólo hace falta motivarla y proponerle buenas y útiles causas solidarias que les permitan ser felices haciendo felices y  ayudando a personas  que realmente lo necesitan