sábado, 13 de agosto de 2016


                                 "PEREGRINOS EN LA VIDA"


Somos peregrinos en este mundo, nuestro destino es la eternidad. La vida es un campeonato olímpico que se inicia con el encendido de la antorcha. Dios prende la antorcha de la vida que se transmite a través de los padres. La vida, al igual que las llamas necesitan cuidado para que el soplo del viento y las tempestades no lo apaguen. Allí están los padres; velando y cuidando la vida de sus retoños. Y hay que recordar que los humanos somos los  más indefensos de los  seres vivos. De allí lo imprescindible de la familia en el  en el origen, crecimiento y desarrollo de la vida. El ser humano nace en familia, crece en familia y muere en familia.   

Gracias Padre Dios por la  vida, gracias por mis padres. Gracias papá en este día especial de tu cumpleaños.  Y cómo todo ser humano tienes tus defectos y manías; pero tienes tantas cosas muy buenas y hermosas que borran con creces los defectos tuyos.  Qué sería de mi vida, si tú no hubieras estado en los primeros años de mi existencia. No sabes  cómo recuerdo cuando sobre tus rodillas me hacías jugar al caballito. Me encantaba sobre manera que me acariciaras con tus manos callosas de minero.

 Sembraste en mi corazón ternura y amor, y eso mismo trato de trasmitir a todos los seres que Dios y la vida  pone  en mi camino.  Eso es lo que más le pido a Dios; no fallar en esa misión de hacer visible su amor a los humanos.