"Lo diste todo, por casi nada"
Señor, no es fácil entender tus misterios y es que si se entendieran, dejarían de ser tales. Que sabiduría se extrae incluso hasta del suceso más pequeño que nos ocurre en la vida, si es que por la vida vamos con el corazón dispuesto a descubrir alguna lección para nuestra existencia.
Tú sabes sacar cosas hermosas y bellas hasta de los de los desechos. De lo que aparentemente ya no sirve a los ojos humanos, tú sabes bien hacer resurgir una vida digna a tus ojos, aunque no necesariamente a la percepción humana.
Lo diste y lo sigues dando todo Señor, a una pequeña criatura, que sin ti nada puede y nada vale. Y contigo a tu lado; diremos con el Salmo 8: "¡ Qué es el hombre para qué te acuerdes de él¡"