"Desde las montañas"
Por las montañas anduve con aires de libertad,
no iba persiguiendo sueños de minas por explorar
iba guiado por ellos, a donde hace falta llegar
con esa Buena Noticia, que sólo Dios sabe dar
Eso es el misionero: el eco de las montañas
de ese grito de amor de Dios, que retumban las praderas
es la ternura andante que discurre en las laderas
y lo va dejando todo y entregando a Dios las almas.
Así he vivido todo el tiempo que Dios me ha permitido vivir con la gente del campo: aprendiendo de ellos, amar a Dios con esa sencillez y ternura que desbordan, a cuidar la creación y tratarla con respeto como saben hacerlo ellos.
Gracias Señor, por haberme llamado a ser tu discípulo y misionero, gracias por llamarme a ser parte de esta familia misionera como lo es la Congregación del Santísimo Redentor. Gracias por darnos a San Alfonso como fundador, gracias por los 283 años que celebramos el día lunes 9 de noviembre.