"Todo entra por los ojos"
Había escuchado de ti, que viniste a la tierra hace ya más de dos mil años.
Había leído con fascinación tu buena noticia, contenida en los evangelios.
Te había sentido en los signos visibles de tu presencia que son en si los sacramentos.
La tierra y todo cuanto en ella habita me hablan de ti.
Solo basta prestar oído a las chicharras, a los pájaros y al viento para descubrir tu lenguaje de amor por la creación.
Es tu amor incondicional por la humanidad lo que desborda toda comprensión. Eh allí tu razón de ser Dios:
Crearnos un día, recrearnos luego, y si vamos lejos de tu lado, no dejas de buscarnos hasta dar con nosotros y llevarnos a tu regazo
Por eso lo que más te pido, lo que más te ruego mi amado Dios : mis ojos físicos y los del corazón bien abiertos, para descubrirte tan presente, tan cercano en el ser humano.
Ayúdame a vencer prejuicios y mi indiferencia para optar por ti, para sentirte cerca y tan real en mi prójimo.