" Como un rayito de luz"
No importa sí es del tamaño de una luciérnaga la luz que tu Señor deseas enviarme, lo importante es que mi corazón se deje alumbrar por tu presencia. Un atisbo de luz, de fuego es suficiente para encender un bosque y eso mismo deseo que ocurra en mi vida. Eso sólo será posible si dejo actuar a Dios y colaboro con mi respuesta a su llamado constante.