viernes, 17 de mayo de 2013

" El día en que no volvieron los tordos"

- Por aquí se veía muchos tordos antes de que empezaran a sembrar uvas y fumigalras- me decía el sencillo campecino que me acompañaba ese día en mis correrías misioneras.

Efectivamente, ve vía muchos sembríos de uva y otros frutales, pero lo que no se veía era aves de ninguna clase, todos se habían muerto envenenados por los insecticidas que se les echaba a los frutales. Primero morían ellos y su muerte instantanea y visible, luego serían los humanos aunque la  causa de su muerte no se llegue a determinar que murio envenado por ingerir fruta envenenada.

En ese paisaje verde no sólo se dejó ver la alegre presencia de los tordos, sino que dentro de muy poco tiempo pocos  hombres habrá para que sigan echando de menos el dulce cantar de los pájaros de antaño
  

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