"Días felices fuera de casa".
Regreso cansado pero feliz, debería estar un tanto triste pues la respuesta de la gente a la que ido a buscar casí no se ha dejado encontrar. Son tentaciones que uno tiene: querer sembrar y cosechar a la vez.
Sólo le pido a Dios que me de su gracia y su fuerza para no desmayar en esta tarea de evangelización que él me ha encomendado. Que él haga de mi un portador fiel de su mensaje, que no sólo hable de Dios; sino que me convierta en un hombre de Dios.
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