" Somos las frutas que no se deben echar a perder"
Una de tantas noches soñé que allá en nuestra pequeña chocita del campo, mi padre me indicaba que toda la fruta descompuesta; por estar completamente madura no la echara a perder.- Vas a sacar toda las semilla de esa fruta podrida me dijo.- Pero si ya no sirve, mejor es botarla le dije.- Está podrida la pulpa de la fruta, lo que se come, más no la pepa me dijo.- Así ocurre con nosotros los humanos.- prosiguió-. para Dios, somos como las frutas. Podemos hacer muchas cosas que nos degraden como personas, como humanos e hijos de Dios; pero aún nos queda el corazón(semilla), que hay que rescatar. Esa semilla, es el germen, que llevado a otra parte u otro lugar de la tierra puede nacer una nueva planta, una nueva vida. En el ser huamano, su corazón, es la semilla que Dios busca rescatar; en ese corazón está Dios; la razón: somos lo más hermoso de la creción, somos la razón de ser de porqué Dios tuvo que encarnarse, hacerse hombre para acercarnos a Dios
Pepitas, semillas, criaturas de Dios, eso somos para ese Dios de la ternura, de lo pequeño, de lo insignificante.
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