domingo, 16 de marzo de 2014

                                             " Soñando a vivir y vivir soñando"


Dentro de unas horas habré cruzado el umbral de los cincuenta años.  Y volviendo la mirada a los años ya vividos, sólo puedo decir que mi vida ha sido un sueño, un sueño del que muchas veces ya debería haber despertado para hacer lo que tengo  que hacer; sobre todo para cumplir mi sueño de ser feliz haciendo feliz a la gente a quien estoy destinada a servir.

Soy un pequeño lunar en este universo creado por Dios, una gota de agua perdida en el océano, eso es mi vida y a la vez, soy del tamaño de la  estrella más grande que el sol, porque Dios me presta su luz para iluminar mi existencia, una luz como no la puede ni la sabe dar el sol a la luna, cuya luz  dura tan poco.

Hace tiempo que me debo estar jugando los descuentos, no sé cuantos años más de vida han de quedarme. Sólo le pido a mi Dios, que a partir de ahora, él me ayude a vivir con más intensidad. En los años que me resten  por vivir, que no sienta tristeza ni dolor hacerme viejo, esa es la ley de la vida sobre la tierra: Nacer, crecer y morir;  y  ¿ por qué tener miedo a la muerte? Sí   en sentido cristiano, morir es volver a vivir.

En este día tan especial para mi, para los seres que amo, me aman y me amaran siempre, apenas atino a decir con el Salmo 8:

"¿ Qué es el hombre para que te acuerdes de él
el hijo de Adán para que de él cuides?  

Apenas inferior a un dios lo hiciste, lo coronaste de gloria y dignidad, y todo lo sometiste bajo sus pies.

Gracias a ti  mi Dios por todo, todo soy contigo, sin ti no soy nada.
       

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