jueves, 15 de mayo de 2014

 

                                  El sabor  del tiempo.

Cada vez  que veo  servido sobre la mesa un sabroso  choclo(maíz verde), recuerdo como si fuese hoy, las brazas y el fogón con el que asábamos el  choclo y nos  sabía a gloria bendita o manjar de los dioses.

Es  un hecho curioso, al menos así lo siento personalmente; cada vez que voy al campo y me sirven  un choclo, no sólo revivo alegres y felices   momentos de  mi niñez, sino también los sabores que entonces percibía. Entonces  me respondo a mi mismo  que hay sabores que perduran en el tiempo, o que los tiempos especiales tienen su propio sabor.    

                   

                        

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