sábado, 23 de julio de 2016



                                     .......los andes..... 


De los andes vengo y a los andes vuelvo cada vez que puedo,
¿Será verdad  : "que la cabra siempre tira para el monte"?
Yo creo que es esa fuerza imantada de las montañas  lo que me atrae 
expresada en el tenue hilo del agua de sus cascadas 
y que son vida para quien se empeña en encontrarlas y cuidarlas   
o son muerte segura para  quienes van a  contaminarlas.

Regreso a las montañas, como un hijo al regazo materno
sabiendo que la  vida se gestó en sus entrañas 
y que de tanto dar vida, hoy luce  triste  y desolada 
pues sus, hijos, casi todos sus hijos se fueron
rodando como las piedras  o como las aves
volando en bandadas.         
  
A las montañas vuelvo, porque ellas me gritan 
en el arrullo de las aves y del silencio quedo, 
del viento  aterido que reclama y protesta
qué se venga a las montañas a dejarla en desechos. 

Regreso a estas montañas de los andes
antes de que se conviertan en paisaje lunar
por las  excavaciones, la fiebre del oro, la plata y otros minerales.
Esa fiebre difícil de curar en el   corazón humano
que alberga sentimientos y sueños  de ser poderoso, famoso y rico
sin importar el precio o lo que tiene que dar a   cambio

Poco le importa  arruinar la tierra y los manantiales
o como las cabras que  se comen el árbol que les da sombra.
Así  vamos los humanos mordiéndonos la cola, 
cavando nuestra tumba, la de los árboles y de los pájaros.
Pues, mal que se le hace a la tierra, a la naturaleza toda
nos rebota en la cara y a la existencia  la borra.    

"Pues Dios perdona siempre, el hombre alguna vez, pero la naturaleza nunca"  
       
 
   
  
 




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