"Más duros que las piedras".

Un año le había llevado al maestro poder desplazarse al lugar donde iba a enseñar a labrar la piedra; las personas del lugar se habían comprometido a venir a aprender, ya que los talleres de enseñanza serían gratuitos.

Un sorpresa muy grande se llevó el maestro, yo diría una tremenda decepción, Porqué las personas querían que se les pagara para que vayan aprender el arte de labrar la piedra.  Es una actitud jamás vista en mis 70 años me contó el maestro.

Con mucha verguenza, por tratarse de gente que yo conocía y quería mucho; sólo atiné a decir que hay personas que  por su ingnorancia son muchas veces  más duros que las piedras; y cómo no hay ingnorancia que no sea reversible, al igual que no hay piedra, que por más dura que sea, no se pueda llegar a labrar u horadar; por tanto,   hay que seguir trasmitiendo cultura a esta pobre que a fuerza de repertirle algo,  pueden llegar a asimilar: culura, valores y conocimientos prácticos que les ayuden a mejorar su calidad de vida